GALGOS EN PELIGRO: ENTRE LA EXPLOTACIÓN Y EL ABANDONO.


Canódromo Meridiana de Barcelona. Película “Petit Indi”.
Febrero es un mes especialmente duro para los galgos, pues marca el final de la temporada de caza en España y, con ello, la cruel realidad que muchos de estos perros enfrentan: el abandono, el maltrato e incluso la muerte. Para arrojar luz sobre esta problemática, he invitado a Gemma Iglesias Amor a escribir este artículo, en el que expone la difícil situación de estos animales y la urgente necesidad de protección y conciencia social.
Los galgos: Víctimas silenciosas de la caza y las carreras.
A finalizar la temporada de caza en España, miles de galgos quedan en el olvido, víctimas de una tradición que sigue cobrándose vidas y generando sufrimiento. Estos perros, criados para la velocidad y la agilidad, son utilizados principalmente para la caza y las carreras, dos actividades en las que su bienestar queda relegado a un segundo plano.
El cruel destino de los galgos tras la temporada de caza.
Cada año, cuando la temporada de caza llega a su fin, miles de galgos son abandonados, maltratados o sacrificados porque ya no les son de utilidad a sus cuidadores y no quieren continuar con su mantenimiento. Algunos son dejados en el campo a su suerte, otros son arrojados a pozos o carreteras, y los más desafortunados sufren el ahorcamiento, una práctica tristemente conocida como «el piano».
Las protectoras y asociaciones de rescate se enfrentan a una avalancha de casos de galgos en condiciones lamentables: desnutridos, heridos, traumatizados y con un miedo extremo hacia los humanos. Las protectoras que se ocupan de cuidarlos se ven sobrepasadas por falta de espacio y prefieren no mostrar su ubicación por temor a que les asalten y se lleven algunos galgos de vuelta.
La falta de regulación estricta y la impunidad con la que actúan algunos cazadores dificultan la erradicación de estos actos de crueldad.
La educación y la concienciación social son fundamentales para erradicar el maltrato a los galgos. La presión ciudadana ha impulsado iniciativas legislativas para proteger a estos perros, pero aún queda mucho por hacer.
Carreras de galgos: explotación en nombre del espectáculo.
Además de la caza, los galgos son explotados en el mundo de las carreras, donde son obligados a competir en condiciones que ponen en riesgo su salud y bienestar. A menudo, los perros que no alcanzan el nivel exigido son descartados sin miramientos. En algunos países, las carreras de galgos han sido prohibidas debido a la explotación y el maltrato asociados, pero en otros continúan siendo una industria rentable.
En España, las carreras de galgos han experimentado un notable declive en las últimas décadas.
El Canódromo Meridiana de Barcelona, inaugurado en 1964, fue durante mucho tiempo el único recinto de este tipo en el país. Sin embargo, cerró sus puertas en 2006, marcando el fin de las carreras de galgos en España.
El Canódromo de Madrid, ubicado en el barrio de Carabanchel, cerró sus puertas en 1989 debido al descenso en la demanda de las carreras de galgos. Posteriormente, el espacio fue transformado en el Centro Deportivo Municipal Antiguo Canódromo, que actualmente cuenta con varias instalaciones deportivas.
En Europa, las carreras de galgos también han disminuido significativamente. Países como el Reino Unido e Irlanda mantienen aún una industria activa en este ámbito, aunque con una popularidad decreciente y bajo una creciente presión por parte de grupos defensores de los derechos de los animales.
Tras casi un siglo de historia, el Wimbledon Stadium dejó a Londres sin su último circuito de carreras de galgos. El precio del suelo y la vivienda influyeron bastante en ello. Catford cerró en 2003. Fue una ciudad que llegó a disponer de más de 20 de estos circuitos siendo una institución desde los años 20, y habiendo sido importadas estas carreras desde Estados Unidos. Por otro lado, el Canódromo de Walthamstow, situado también en Londres, operó desde 1933 hasta su cierre en 2008. Este recinto fue emblemático en la cultura británica y es recordado, entre otras cosas, por aparecer en la portada del álbum «Parklife» de la banda Blur.
Tras su cierre, varias organizaciones en el área de Londres se han dedicado a la adopción de galgos retirados de las carreras. Una de ellas es Whittingham Kennels Retired Greyhound Trust.
Esta organización se compromete a reubicar a los galgos jubilados en hogares amorosos para garantizar que los galgos retirados de las carreras encuentren hogares permanentes, brindándoles una segunda oportunidad para vivir como mascotas queridas.
En otras naciones europeas, las carreras de galgos han sido prohibidas o han desaparecido debido a preocupaciones relacionadas con el bienestar animal.
En resumen, aunque todavía existen canódromos operativos en algunas partes de Europa, su número ha disminuido considerablemente en los últimos años, y en España ya no hay canódromos en funcionamiento.
La recuperación psicológica: un proceso largo y complejo
Los galgos rescatados de estas situaciones llegan a las protectoras con un alto grado de trauma. Muchos han vivido en condiciones de encierro extremo, sin conocer el cariño humano ni experimentar la vida en un hogar. Su rehabilitación no sólo requiere atención veterinaria, sino también un delicado trabajo psicológico para ayudarles a superar el miedo y la desconfianza.
El proceso de recuperación puede tomar meses o incluso años. Con paciencia, terapias de socialización y refuerzos positivos, algunos galgos logran adaptarse a una nueva vida, aunque las secuelas del maltrato pueden permanecer en ellos para siempre.
Los galgos no son herramientas ni objetos desechables. Son seres vivos con la capacidad de sentir y sufrir, y merecen vivir con dignidad y respeto. Es hora de que su voz sea escuchada y de que se ponga fin a la explotación de una de las razas más nobles y afectuosas que existen.
La adopción es una de las mejores maneras de brindarles una segunda oportunidad, así como la denuncia de cualquier caso de abuso o abandono.
Agradezco enormemente a Gemma por compartir su conocimiento y por dar voz ante esta situación.
Y animo a visitar su blog, donde hablo del proceso de recuperación de estos perros una vez son rescatados, y qué deberíamos tener en cuenta tanto desde las protectoras como los adoptantes, para que su adaptación sea lo más favorable posible.